La creatividad
es el verdadero poder.

En Edmond de Rothschild, la hibridación es el aire que respiramos. Aprender de técnicas, artes, ciencias, competencias, generaciones y oficios que a primera vista parecen no tener relación nos ha vuelto curiosos y audaces. Las ideas son la energía vital de nuestra Casa.

Más allá
de un banco.

Edmond de Rothschild está arraigado en un ecosistema donde interactúan el ser humano, el animal, el vegetal, el mineral, el agua, el aire, el fuego, los lugares, las empresas, los constructores, los agricultores, los creadores, los financieros, el pasado, el presente y el futuro. Nuestras raíces crecen y prosperan allí.

El amor es
un motor poderoso.

Amar el trabajo bien hecho, amar a las personas con las que se trabaja y a aquellas para quienes creamos, amar sus ambiciones y sueños, amar la búsqueda y el descubrimiento, amar el misterio y lo desconocido que presiden los grandes logros.

Genéticamente
responsable.

Enfrentarse constantemente a los materiales es un motor de responsabilidad, respeto e innovación. Más allá de reducir naturalmente nuestros impactos, esto refuerza nuestra capacidad para crear valor a largo plazo.

Impulsar
el progreso.

El dinero, cuando se convierte en parte de la vida de las personas, tiene el poder de revelarles quiénes son, grabar sus ideas a lo largo del tiempo y ayudarles a lograr lo que creían inalcanzable. Cuando esto se convierte en una realidad, hacemos progresar todos los entornos en los que se aplican nuestras decisiones.